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2022 un año de retos, pero también un año para consolidar proyectos en el área de la lucha contra las adicciones y las conductas antisociales

Por Lic. Arturo Conde Pérez
Presidente del Colegio Nacional de Consejeros y
Vicerrector de la UDC.

Hablar de retos a principio de año, suele asociarse con la visión que normalmente se tiene para la planificación del trabajo a realizar; también suele asociarse con generar buenos deseos o simplemente como una idea de todo lo que tendremos que sortear para conseguir los objetivos o propósitos que a nivel individual o como parte de un gremio o sector productivo nos hemos fijado.

En el ámbito de las adicciones y las conductas antisociales en México, quienes estamos inmersos en áreas de formación educativa y profesionalización de cuadros laborales para atender estas problemáticas, sabemos que no será un año fácil pero también estamos ciertos que el avance del año pasado fue bastante positivo y en el caso del Colegio Nacional de Consejeros (CONACON) fijamos las bases para un crecimiento profesional ordenado, sistematizado y con herramientas vanguardistas para la implementación de terapias exitosas, considerando la re inserción social como una parte fundamental en el éxito de cualquier tratamiento.

Ahora bien, a qué nos referimos cuando hablamos de retos para el 2022 Colegio Nacional de Consejeros.

A través del proceso de capacitación y certificación el CONACON se busca promover y fortalecer con los operadores, padrinos o servidores, las actitudes, conocimientos y destrezas relacionadas con la labor de consejería en adicciones, impulsando su instrumentación homologada en los servicios residenciales de atención a nivel nacional, ese es el gran reto que estamos seguros de que vamos a cumplir.

Como colegio hemos comenzado a implementar un esquema de certificaciones por niveles para consejeros y demás personal inmerso en el ámbito de las adicciones y las conductas antisociales. Hemos generado un esquema de certificación de comunidades terapéuticas y clínicas interesadas en elevar el nivel de atención, mediante protocolos previamente establecidos y con identificadores que permiten medir y elevar la eficiencia y la productividad.

Nuestras certificaciones, están centradas en tres componentes principales: marco jurídico de referencia, conceptos generales de la consejería en adicciones y competencias correspondientes a la práctica en específico de la consejería.

El contar con programas para certificar a recursos humanos vinculados con el tratamiento de las adicciones, con un respaldo colegiado, constituye un avance crucial hacia la optimización de los servicios de tratamiento, la adopción de protocolos de atención profesionalizados, la creación de mercados de trabajo y la aplicación de normas mínimas de atención en los centros de tratamiento.

Es parte de nuestra responsabilidad como colegio, brindar una orientación definitiva sobre el perfil de la consejería y estandarizar la oferta de servicios de tratamiento especializados en adicciones, resultando al final en el diseño de programas de estudios vanguardistas, humanos y sobre todo más efectivos en la re inserción social de los usuarios.

Es por esto último que también estamos diseñando el programa de educación continua para 2022, para nuestros colegiados, logrando de esta manera mantener y elevar el estándar de calidad en los tratamientos, lo cual estamos seguros que será de gran utilidad para que junto con otras acciones, tratemos de bajar las preocupantes cifras de consumo que se dispararon escandalosamente durante la pandemia en nuestro país y en el mundo, tratando también de elevar en número y calidad los tratamiento brindados en los diferentes centros de atención y sobre todo elevar los índices de rehabilitación de pacientes, mediante un novedoso y vanguardista esquema de bolsa de trabajo que utiliza lo último en tecnología, consolidado en una aplicación digital llamada “SIGO” que permitirá a quienes han terminado sus tratamientos, buscar la mejor opción de trabajo, con base en sus capacidades personales y profesionales, de la mejor manera y lo más rápido posible.

Me parece que lo que como colegio hemos logrado durante los últimos 12 meses, ha sentado las bases para una auténtica profesionalización del gremio encargado de la atención de las adicciones y las conductas antisociales, en el ámbito de atención privada. También hemos sido uno de los principales promotores del trabajo integral entre autoridades de los tres niveles de gobierno y la sociedad civil y así lo seguiremos haciendo durante el próximo año.

Por otro lado, en lo que respecta a la Universidad del Conde, sabemos que como institución educativa a la vanguardia de la lucha en contra de las adicciones y las conductas antisociales, estamos preparados para los retos por venir; hemos actualizado nuestros planes de estudio en nuestra carrera de Técnico Superior Universitario en Consejería y Educador en estrategias de Prevención de Conductas Antisociales, incorporando materias y contenidos que son punta de lanza en cuanto a tratamientos alrededor del mundo y hemos crecido significativamente nuestro claustro académico, para elevar aún más el nivel educativo que ya veníamos brindando.

En resumen, estábamos ya preparándonos desde el año pasado para hacer de este 2022 un año de consolidación de proyectos, en el entendido de que el reto no va a ser fácil, pero eso es precisamente lo que como Colegio y como Universidad nos hace crecer y nuestra preparación como profesionistas está centrada en construir nuevos esquemas de vida a partir de procesos complicados y hasta dolorosos, por lo que la incertidumbre y factores que pudieran jugar en nuestra contra, son parte de una realidad, para la que desde las aulas nos hemos preparado para sortear de la mejor manera.

En concreto, para el CONACON, las metas que nos hemos fijado para este 2022 y que desde el primer día del año estamos impulsando, son las siguientes:

1. Consolidar las CERTIFICACIONES en Salud Mental y adicciones como mecanismo de profesionalización en la prevención, el tratamiento y la reinserción social.

2.En alianza con la Universidad del Conde, fortalecer la cultura de la prevención mediante la capacitación especializada para identificar y canalizar oportunamente las conductas antisociales en sectores estratégicos como Escuelas, Sindicatos y agrupaciones de Seguridad Pública y Privada.

3.Crear foros de intercambio científico que promuevan e impulsen la investigación y desarrollo de nuevas técnicas y herramientas para mantener vigentes nuestros programas de Certificación.

4.- Organizar el congreso CISMAC 2022.

Sin embargo, el mayor reto que podríamos enfrentar quizás sea el de sumar al mayor número posible de consejeros y Comunidades Terapéuticas a lo largo y ancho del país. No obstante al día de hoy contamos ya con un avance significativo y tanto la matrícula de alumnos en la carrera de TSU, como el de número de colegiados y comunidades aliadas y certificadas nos dan la razón en ese sentido.

Sirva pues este análisis personal que hoy les comparto, para agradecer infinitamente a toda nuestra comunidad académica y a los miembros del Consejo Directivo y miembros en general del CONACON, por compartir lo que hace algunos años era parte de un sueño personal, pero que al día de hoy se ha convertido en un compromiso social del cual todos somos parte. ¡Vamos pues con todo por el 2022, juntos a consolidar planes, proyectos y sueños!. Muchas gracias.

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