Con bastante éxito y conclusiones de gran relevancia, terminó el Primer Foro para la Atención y Prevención de Conductas Antisociales y Salud Mental.
El primer ponente de la tarde fue el Pbro. Filiberto Arias, quien disertó la interesante plática: “La espiritualidad en el tratamiento de Adicciones”.
En su intervención, el padre Arias resalto que la desesperanza es terreno fértil para las Adicciones, en contra de la voluntad de quienes padecen esta terrible enfermedad.
Así mismo resaltó la labor de la espiritualidad para el éxito de las rehabilitaciones. Además resaltó que “La espiritualidad tiene que ver con las fuerzas fundamentales que impulsan nuestra vida, es la fuente de nuestro sentido de significado y nuestra voluntad…. Es la fuente de energía fundamental que alienta todas nuestras emociones, relaciones trabajos etc.”
La última parte de su charla estuvo enfocada en la relación de la espiritualidad con los tratamientos.
La siguiente charla que llevó el título de “ El Género si importa”, fue expuesta magistralmente por la Maestra María Elvira Sandoval Sánchez, quien además es Secretaria General del Colegio Nacional de Consejeros. En esta plática la Maestra Sandoval habló de las evidencias, de las estadísticas y resaltó cómo cada día va en aumento el consumo de drogas en mujeres de menor edad. Enfatizó en el preocupante incremento en el consumo en el rango de edad de 12 a 17 años. Resaltó que se ha triplicado el consumo en una población que deberíamos estar cuidando, ya que la mujer es “dadora de vida”.
La Maestra Sandoval señaló que el problema no es nada más el consumo sino todo lo qué hay en torno a este. Otro dato interesante fue la repercusión de los estigmas entre la población femenina, los cuales promueven consumo aislado, silencioso, íntimo.
Habló también sobre “por qué consumimos las mujeres” y enlistó diversas situaciones que las orillan a esto.
En otra parte de su exposición también señaló que “se vuelve más pronto adicta y con mayor severidad una mujer, en comparación con el hombre, lo que facilita ser más propensas a sufrir recaídas después de un adecuado proceso de tratamientos.” Otro dato que llamó mucho la atención fue que “por las características físicas y emocionales, las mujeres son más propensas a cuadros de intoxicación y muerte por sobre dosis”.