El día de hoy se conmemora el día internacional para la eliminación de la violencia contra la mujer. Es un recordatorio de la situación lamentable y lacerante que a diario viven millones de mujeres alrededor del mundo y evidentemente en nuestro país.
Los orígenes de esta convocatoria se remontan al año de 1981, cuando el Movimiento Feminista Latinoamericano conmemoraba el asesinato de las Hermanas Mirabal, ocurrido en 1960 en la República Dominicana. Más tarde, en 1999 concretamente, la Asamblea General de las Naciones Unidas, en su resolución 54/134 se definió a la Violencia contra la mujer como “Todo acto de violencia basado en la pertenecía al sexo femenino, que tenga o pueda tener como resultado un daño o sufrimiento físico, sexual o psicológico para la mujer, así como las amenazas de tales actos, la coacción o la privación arbitraria de la libertad, tanto si se producen en la vida pública como en la vida privada”.
Posteriormente, en el año 2000, la misma Asamblea General de las Naciones Unidas designó al 25 de noviembre como el “Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer” con el objeto de generar una conciencia universal de la grave situación que viven a diario las mujeres alrededor del mundo y motivar acciones conjuntas entre los Gobiernos, ONG’S y diferentes organizaciones para que en especial en este día se haga una profunda reflexión y análisis sobre acciones concretas para bajar los alarmantes índices de violencia en contra de las mujeres.
En México la situación es grave, 6 de cada 10 mujeres han sufrido algún tipo de violencia, 8 de cada 10 mujeres siente temor a sufrir una agresión física o verbal al transitar por cualquier trayecto en su vida diaria y cada día 32 niñas de entre 10 y 14 años se embarazan como resultado de una violación, todo esto acorde a datos publicados por el INEGI. Por otro lado, a diario nos enteramos de diferentes delitos cometidos en contra de las mujeres, así como una serie de situaciones que violentan su vida.
Como sociedad nos corresponde analizar y apoyar acciones que permitan una reflexión sobre todo tipo de violencia ejercida en contra de las mujeres y contribuir para generar propuestas que busquen el logro de un trato igualitario con respecto al hombre. Sin lugar a dudas mucho camino por andar, como resultado de un análisis que debemos hacer a diario y no nada más un día.