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Día mundial de la mujer, una fecha que invita a la reflexión

Por Arturo Conde Pérez
Vicerrector de la UDC y Presidente del Colegio Nacional de Consejeros

Siguiendo algunas publicaciones que desde el día de ayer comenzaron a aparecer en redes sociales, sobre el día internacional de la Mujer que hoy se conmemora, hice una breve reflexión sobre los mensajes y me llama la atención una constante en ellos y con la cual estoy totalmente de acuerdo: efectivamente no es un día para celebrar, sino más bien es un día para conmemorar y hacer un análisis sobre todo el camino que las mujeres han tenido que recorrer por muchos años, para alcanzar un trato igualitario en relación con los hombres alrededor del mundo.

Sobre el tema hay mucho que decir; sin embargo no pretendo hacer un recorrido por la historia acerca de la fecha en si, sino más bien tratar de reflexionar, junto con ustedes amables lectores, sobre qué tanto dependemos cómo sociedad, del trabajo realizado por las mujeres. Tampoco pretendo tocar temas que por lo complejo caen incluso en el terreno de lo político y pues esa no es la intención de este espacio, aunque sin lugar a dudas también podríamos dedicarles infinidad de líneas y sería difícil llegar a una conclusión que satisfaga a todas aquellas personas que tengan acceso a este breve artículo.

Por el contrario y cómo lo mencioné líneas arriba, quisiera sumarme a los miles de artículos que seguramente circularán el día de hoy sobre el Día Internacional de la Mujer, en relación al inmenso y trascendental aporte de las mujeres en infinidad de puestos, profesiones, actividades y un sinfín de acciones en nuestra vida diaria.
Para tener una idea más clara, simplemente basta informarnos en cualquier fuente que gusten, sobre la cantidad de mujeres que ya desde hace un años están en la llamada “primera línea de defensa contra el Covid-19” en Hospitales y clínicas a lo largo de nuestro País y en el mundo entero. Diariamente miles de mujeres están dando lo mejor de sí, incluso poniendo en riesgo sus vidas y las sus sus propias familias, por hacer aquello para lo que se prepararon y para lo que muchas de ellas tuvieron que enfrentar dificultades que la mayoría de los hombres no enfrentan, como lo es el acoso sexual y laboral, la descalificación y la desigualdad salarial, por señalar algunas.

Así mismo, hay mujeres en puestos clave en lo que se refiere al manejo integral de la pandemia en nuestro país y alrededor del mundo. Sin embargo, si algo ha puesto de manifiesto esta pandemia en nuestro País, es la terrible brecha de inequidad entre las delicadas obligaciones que muchas mujeres realizan, en relación a los ingresos que perciben.
Es cierto que la Pandemia nos ha afectado a todos por igual, sin embargo el día de hoy, es nuestro deber moral propiciar un análisis generalizado en relación a los aportes que la mujer ha tenido a nivel social y contrastarlo con todas las dificultades y desigualdades que al día de hoy siguen enfrentando. Por lo que retomando el tema de la pandemia, por centrarnos en el que más nos ha afectado en los últimos doce meses, resulta que a la situación de desigualdad que sigue permeando entre las mujeres, hay que agregarle otros graves problemas que también les han afectado directamente, me refiero al grave aumento de violencia doméstica, aumento de desempleo y pobreza que a diario va en aumento entre este sector de población.

Como Vicerrector de la Universidad del Conde y Presidente del Colegio Nacional de Consejeros es mi obligación sumarme a todas aquellas voces que desde sus trincheras señalan todas las dificultades que por increíble que parezca al día de hoy siguen padeciendo millones de mujeres alrededor del mundo, pero también resaltar todo lo que hacen a diario para hacer de este un mundo mejor.

Es por esto quizás que en este preciso momento que me encuentro escribiendo estas líneas, me vinieron a la mente imágenes de mi vida personal y no puedo evitar mencionar que yo crecí en un entorno en el que el rol de la mujer ha sido básico para el desarrollo de los objetivos trazados a nivel personal, comercial y finalmente empresarial. Me refiero en concreto al rol que mi Madre ha tenido en mi familia y dentro del área de alta dirección de la Empresa; ella como muchísimas mujeres, ha tenido el carácter, empuje y disciplina para impulsar un proyecto que se ha logrado consolidar al paso del tiempo. Al día de hoy doy gracias a dios por contar con mi madre activa en la empresa y aportando a diario para que las cosas salgan bien.

Así pues que desde estas líneas quiero reconocer la importante labor de la mujer en todos los ámbitos; en primera instancia la gran labor y el sacrificio que miles de mujeres han venido realizando en el sector Salud en los últimos doce meses; así mismo mi respeto y agradecimiento eterno a todas aquellas que perdieron la batalla en el cumplimiento de sus obligaciones, mis oraciones para ellas y sus familias; nunca será suficiente todo lo que digamos o hagamos como sociedad, para agradecerles y honrarlas.
Así mismo, quiero también resaltar el intenso trabajo que a diario realizan las Doctoras que estudian nuestros programas de posgrado en Medicina y Cirugía Estética, nuestras maestras y Directoras de dichos programas, nuestras alumnas que en la plataforma a distancia están estudiando diferentes licenciaturas, maestrías y doctorados y finalmente un reconocimiento amplio a todas las valiosas mujeres que forman parte de nuestra carrera de Técnico Superior Universitario en Consejería y Educador en estrategias de prevención de Conductas Antisociales, que se están preparando para sumarse a un gran “ejército de Rehabilitación” para ayudar a miles de personas a recuperar sus vidas, así mismo a todas las valiosas Consejeras que forman parte de nuestro Colegio Nacional de Consejeros y que también a diario están aportando ideas valiosas que estamos concretando en estrategias para la profesionalización de todo el personal que trabaja en la prevención de las conductas antisociales.
Finalmente nuestro reconocimiento a todas las mujeres del mundo y mi invitación a seguir reflexionando, como sociedad, los logros que han tenido, pero también las calamidades que a diario todavía tiene que pasar, simplemente por ser mujeres. No olvidemos esto los 365 del año y reconozcamos esta lucha durante este mismo periodo de tiempo y sobre todo desde nuestro entorno diario, ya que seguramente el éxito de las cientos de labores que hacemos a diario, dependen de una mujer.

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