Para entender de primera instancia qué son las conductas antisociales, basta decir con qué son aquellos comportamientos de ciertas personas, en los cuales no muestran un discernimiento entre lo que está bien y lo que está mal y no muestran ningún respeto por los sentimientos y peor aun, por los derechos de los demás.
Desde temprana edad, los niños que manifiestan conductas antisociales suelen mostrar comportamientos agresivos hacia sus compañeros, no aceptan reglas y a menudo presentan manifestaciones de ira.
Casi siempre se trata de niños que en la escuela tienen problemas de conducta recurrentes e incluso ausentismo injustificado.
A nivel social les cuesta trabajo relacionarse con los demás, tienen serias dificultades con la resolución de problemas y poca tolerancia y empatía por los demás. Son aquellos alumnos que hace años eran simplemente etiquetados como “problema” y generalmente eran expulsados de su centro escolar o de cualquier otra actividad extra escolar en la que participaban.
A pesar de ser una problemática que prácticamente ha existido desde siempre, hasta hace unos, años etiquetar a estos individuos era lo más común y poco se sabía de qué es lo que en realidad causaba estos comportamientos e incluso cómo y quién debe de tratarlos.
Actualmente se sabe que el origen de estos comportamientos está en el campo de lo que conocemos cómo “factores de riesgo”, más allá de lo que pudieran ser las causas.
Podemos resumir que algunos de estos factores son el no haber contado con padres que brindaran un apoyo emocional en los primeros años de vida; el crecer en un hogar en donde uno o ambos padres tienen problemas de Alcoholismo también es un antecedente común en quienes manifiestan conductas antisociales.
Se sabe también que aquellos menores que han sido objeto de maltrato y abuso por parte de sus padres o de la gente que ha estado presente en algún proceso de su educación, generalmente desarrollan este tipo de conductas.
Algunos estudiosos en el tema incluso refieren a la genética o a ciertos cambios durante el desarrollo del cerebro, como posibles causantes de las conductas antisociales.
Sin embargo, al margen de los factores de riesgo, es un hecho que al día de hoy existe poco entrenamiento entre quienes interactúan con niños y jóvenes, para detectar conductas antisociales y en su caso canalizar con especialistas en el tema.
Por el contrario, la falta de abordaje y tratamiento profesional en este tipo de problemáticas, suele desencadenar situaciones más complejas como la delincuencia o el consumo de substancias adictivas con la consecuente afectación de la salud y ruptura del núcleo familiar.
Ante esta problemática que lejos de poder bajar sus índices de incidencia, aumenta cada año, la Universidad del Conde ha sido pionera en la capacitación y profesionalización de todas aquellas personas que se encuentran en la primera línea de tratamiento de las Adicciones y las conductas antisociales, brindándoles las herramientas necesarias para poder identificar esta problemática y en su caso implementar tratamientos adecuados o incluso canalizar al paciente con especialistas en diferentes áreas de la salud mental y física.
La respuesta ha sido precisamente la creación de la carrera Técnico Superior Universitario en consejería y Educador en prevención de conductas antisociales.
Al día de hoy son ya varias generaciones de egresados que se han incorporado a múltiples organizaciones de ayuda a la sociedad, brindando diferentes y vanguardistas técnicas de rehabilitación a la población que se ha acercado a pedir ayuda para salir de lo que en ocasiones puede llegar a ser un verdadero infierno.
Para mayores informes de la carrera, favor de escribir a: contacto@universidaddelconde.edu.mx
DISCLAIMER
“Las opiniones expresadas en este documento son de exclusiva responsabilidad del autor y no necesariamente representan la opinión de la Universidad del Conde”.
“The opinions expressed in this document are those of the author and do not necessarily reflect the views of the Universidad del Conde”.