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La importancia de la naturaleza en la rehabilitación

POR ULISES DE LOS ÁNGELES

Presidente del Colegio Nacional de Consejeros

En el transcurso de estos 19 años que llevo andando en los caminos de la recuperación, de la prevención, del combate contra las adicciones, he podido percatarme, de que toda persona que vive la experiencia de inmiscuirse en algún tipo de adicción, ya sea por su necesidad, por sus vacios existenciales, sus huecos emocionales, sus carencias afectivas, cualquier tipo de trastorno, tiene como trasfondo una conducta antisocial, entendiendo que una conducta antisocial se puede interpretar como que no le gusta socializar, cuando realmente no es así.

Testimonio-UlisesDeLosAngeles

Existen dos perfiles de la adicción, así como en el alcohólico existe el bebedor social, el bebedor problema o el bebedor crónico, dentro de la conducta antisocial existen 2 perfiles, uno tiende a ser muy introvertido y otro muy extrovertido.

El introvertido, como su nombre lo dice, es hacia adentro, todo su ruido es adentro, lo interioriza, no habla, se aísla, juzga, le da lo mismo, prefiere estar en su cuarto, en la esquina drogándose, bebiendo, busca eso dentro de él, interiorizar todos los procesos que está viviendo, afectivos, emocionales, cualquier cuestión psicológica o trastorno psicológico es interno. Sus pensar y su sentir generalmente es: no me quieren, no soy parte de nada, no lo hables porque se van a reír, no exteriorices que tienes miedo, fobia, pánico, complejos, todo es interno. Y existe otro perfil que es el extrovertido, el que es afuera, el que busca la fiesta, el baile, el socializar, el conocer, el viajar, conocer culturas urbanas, su ruido es afuera.

Con cualquiera de estos 2 perfiles de conducta antisocial, me he podido percatar que cuando una persona llega a un tratamiento, llámese residencial o extra muro, es de suma importancia que como consejero en adicciones y educador en estrategias de prevención se logre identificar a cual perfil pertenece. Si afinas bien la puntería y te das cuenta del perfil, ya sea introvertido o extrovertido, podrás identificar que cualquiera de los 2 busca, al igual que el adicto, el ruido externo. Ya que son personas que no quieren escuchar lo que hay adentro, que en muchos de los casos son sentimientos y emociones tales como la tristeza, la desesperación, el suicidio, la ansiedad, la frustración, la ira, deseos de desertar en la escuela, abandonar los sueños, etc. Ese ruido interno no es agradable y es mejor estar afuera para poder disfrazar o camuflajear esos sentimientos (bailes, halagos, que bien lo haces, que bien te ves, bailas muy bien, peleas muy bien), busca el tener ese ruido del ego, del reconocimiento y así se la puede pasar un tiempo, pero tarde o temprano vuelve a escuchar esa parte de adentro (que hiciste, estás mal, que pasó con tus sueños, que pasó con tus metas, que pasó con tus relaciones) y es una necesidad de salirse de sí mismo, ya que lo de adentro no le agrada, es una melodía que no le gusta escuchar.

Una persona con estas características busca los ruidos, busca conectarse con lo que no le cause interferencia, por ejemplo: unos cables con entrada y salida (input y output), el adicto busca que ambos lados sean positivos, con lo de adentro llenar lo de afuera y con lo de afuera llenar lo de adentro, pero no funciona, hace corto, hace interferencia, no se escucha. Cuando llegan a tratamiento, parte del proceso es que puedan reconectarse, hacer que el input y output funcionen correctamente, que puedan escuchar con claridad, ver con claridad, sentir con claridad, es decir, lo que está feo está feo, lo que ves gris es gris, y esto no significa que sea malo o negativo, simplemente que el adicto piensa que todo debe ser color rosa, que debe llevar ciertos colores como él los imagina, pero la vida no es así, ni el tratamiento tampoco. Es necesario que se les hable con la verdad, no que vivan en una nube rosa. Parte del tratamiento es que el adicto o enfermo emocional pueda ver la realidad tal como es, y para esto es necesario que exista una re conexión interna. El contacto con la naturaleza es de mucha ayuda en estos casos, ya que muchos pacientes han perdido sensibilidad y la capacidad de asombro por miedo a “sentir”. Es impresionante ver como con el simple hecho de escuchar las olas del mar, el sentir la arena, el acariciar a un animal puede despertar nuevamente sentimientos de amor, de ternura, de comprensión en el paciente. Existe una memoria celular, el escuchar las olas del mar, el sonido del rio, reconecta con el vientre de la madre, memoria que muchas veces es olvidada por el deseo de callar lo que se lleva dentro. El adicto piensa que necesita estar bajo el efecto de alguna sustancia para poder vivir este tipo de experiencias y que el tratamiento o la vida sin alcohol o drogas pueden llegar a ser bastante aburrida.

Es nuestra labor como consejeros enseñarle a reconectarse con esos sentimientos y emociones a través de actividades sanas, a través del campo, del mar, de la naturaleza. Enseñarle que si se puede vivir bien sin alcohol y sin drogas, no desde una teoría, si no desde el acompañamiento a que viva estas experiencias.

Existen muchas teorías, técnicas, test, pruebas con respecto al tratamiento del adicto, pero nosotros como consejeros creemos que eso solo son herramientas, lo que es realmente importante y efectivo es llevar de la mano al paciente en cada etapa del proceso. Son 3 fases principales las cuales se llevan a cabo:

  • 1.- Recibimiento y acogida: recibir al paciente, atenderlo, fortalecerlo física y emocionalmente, que se sienta protegido, que está en un lugar seguro.
  • 2.- Elaboración y consolidación: elaborar un plan de tratamiento personalizado entre el terapeuta y el paciente,
  • 3.- Desprendimiento gradual y servicio social: reintegración a la sociedad, cuidando siempre los entornos.
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Como consejero me gusta aventurarme en el camino de la recuperación, considero que el medio ambiente es mi aliado, sin dejar de lado la parte espiritual, no desde el punto de vista religioso, si no desde la re conexión del paciente con su ser interior, a través de la reflexión, de la meditación, de la oración. Se entra a rehabilitación y se sale a experimentar, a sentirse bien a través de vivir la vida conectado consigo mismo y con el entorno.

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