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Los principales hábitos de los estudiantes altamente efectivos

Por Arturo Conde Pérez
Vicerrector de la Universidad del Conde

Ser un buen estudiante requiere más que simplemente estudiar lo suficiente para los exámenes.
Ser un estudiante altamente efectivo significa desarrollar una serie de hábitos que por un lado nos facilitarán más el aprendizaje, pero por otro nos ayudarán a ser mejores personas, algo muy necesario en la sociedad actual.

Según diversos estudios en el tema, los estudiantes altamente efectivos tienen las mismas características y estas son las principales:

1.- Organización del tiempo. Algo sumamente necesario para nuestra vida diaria, pero que rara vez tomamos en cuenta. ¿Cuántos proyectos hemos postergado por no encontrar tiempo para ellos?.
En la actualidad existen múltiples herramientas que facilitan la organización de nuestro tiempo. Es importante utilizar cualquier a de ellas, pero al final todo apunta al compromiso personal que uno mismo debe adquirir para el logro de cualquier objetivo. Es decir, cuando no estoy realmente convencido de el beneficio que me traerá un objetivo concreto, generalmente lo “auto saboteamos” y una manera fácil es simplemente “no encontrar el tiempo necesario”.

2.- Aprovechar al máximo la clase. Parece obvio, pero generalmente tenemos la idea de que acudir o tomar clases es un mero trámite y en ocasiones ni siquiera ponemos atención. Es necesario considerar que cada clase tiene en sí un objetivo y es una experiencia que tanto profesores como alumnos deben vivir a fondo. En algunos países ponen tanto énfasis a las clases todos los participantes, que los métodos de evaluación no son necesarios, por el nivel tan alto de participación en cada exposición.

3.-Tomar buenos apuntes. Este es otro tema que también puede sonar muy básico, pero no lo es. Los apuntes no son una transcripción de todo lo que dice el profesor. En realidad deberían de ser una guía de aprendizaje de todo lo que entendemos del tema en cuestión. Sin embargo, estamos acostumbrados a tratar de transcribir al cien por ciento, sin entender lo que se escribe, precisamente por no poner atención. Posteriormente, al tratar de estudiar sobre esos apuntes, se nos dificulta por no haber comprendido los conceptos anotados, en el momento en que el profesor los estaba explicando.

4.- Dedicar un tiempo específico para repasar cada materia, fuera de clase. Para que quede más claro esto, simplemente comentaré que está comprobado que los programas de estudios más exitosos son los que exigen tiempo adicional fuera del horario asignado a la materia en el salón de clases. La razón de esto es que existen temas que requieren mucho más tiempo que el expuesto por el profesor y sería imposible en una sola clase concluirlos. Evidentemente, este tipo de programas requieren también de estudiantes comprometidos con ellos mismos y con un objetivo.

Todas estas características que he enlistado, como resultado de diferentes lecturas en el tema de la productividad de un estudiante, desde mi muy personal punto de vista, definen de alguna manera al alumno de un programa que busca ser una nueva opción o un complemento a la vida laboral de cualquier persona que tiene la convicción de superarse y de encontrar un mayor nivel de profesionalización que requiere de más conocimiento.

Dicho de otra manera, quien estudia por deseo propio o por necesidad, tiene que convertirse en un estudiante altamente efectivo; tal y como sucede con los atletas que hacen del deporte su estilo de vida e incluso su medio de supervivencia.
El esquema de aprendizaje de un estudiante altamente efectivo implica un compromiso propio, un deseo claro de superación e incluso un componente adicional que generalmente es la necesidad de alcanzar un objetivo para lograr un mejor nivel de vida.

El programa y Plan de estudios de la carrera de Técnico Superior Universitario en Consejería y Educador en estrategias de prevención de Conductas Antisociales de la Universidad del Conde, está pensado precisamente como una opción para elevar la calidad en los servicios de quienes por su perfil profesional, ya están inmersos de alguna manera en actividades que puedan ser parte de la “ecuación” para la prevención de las conductas antisociales.

Pocas carreras cuentan con tantas opciones de capacitación continua, alternas al plan de estudios, como el TSU de la UDC. Y mucho menos con un colegio profesional que abra sus puertas a quienes están comenzando su carrera de Consejería.

Invito a todos los estudiantes en activo, de nuestro programa de TSU a asumir el compromiso que los llevó un día a inscribirse a una carrera tan necesaria en la actualidad y a alcanzar el nivel óptimo que la sociedad reclama.
Así mismo, invito a todos aquellos que actualmente trabajan con poblaciones de riesgo en el tema de las Adicciones y la prevención de las conductas antisociales, desde diferentes “trincheras profesionales”, a sumarse a este gran esfuerzo que surge desde y para la sociedad. Seamos todos de alguna manera “estudiantes altamente efectivos” de la vida misma. El camino es fijarse metas claras y cambiar nuestros hábitos.

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