Por Arturo Conde Pérez.
El éxito en cualquier actividad que planeemos o cualquier sistema que queramos implementar a nivel social, tiene que ver mucho con la prevención. Por ejemplo, sabemos que una buena salud depende de la prevención mediante hábitos o acciones que permitan evitar en lo posible ciertas enfermedades; por otro lado, una sociedad progresista está sustentada en la prevención de la delincuencia. De la misma manera, las Adicciones son un problema en el que se tiene que trabajar “desde la raíz” ya que también están ligadas a la misma delincuencia y esto también tiene que ver con la prevención.
Las conductas antisociales pueden ser consideradas de alguna manera como la “antesala” de la delincuencia y cualquier programa que tenga como objetivo combatir esta última, tiene que considerar un esquema de prevención y detección oportuna de este tipo de conductas, como punto de partida.
Pero cómo podemos identificar algo tan amplío y con diferentes “condicionantes” como la edad y el género. Primero que nada hay que entender que la falta de supervisión de los padres en la vida de sus hijos, los malos ejemplos conductuales, las carencias afectivas sobre todo durante los primeros años de la vida y una disciplina severa van a incrementar los riesgos de comportamientos antisociales en niños y adolescentes, por lo tanto desde ahí hay que partir si queremos hablar de prevención.
Algunas estrategias de prevención de conductas antisociales tienen que ver con el fomento de una autoestima positiva, de una empatía total, de la formación y aplicación de hábitos saludables como la práctica de un deporte y sobre todo de una comunicación productiva y de calidad entre padres e hijos.
Si tenemos en cuenta que las bases de una sociedad progresista está sustentada en mantener bajos índices de delincuencia, Adicciones, desigualdad social y fomentar altos índices de salud, educación, riqueza etc. Entenderemos la importancia y proyección que tiene nuestra carrera de TSU que ofrece la Universidad del Conde. Esa es la proyección que tienen nuestros egresados y esa es la pertinencia y necesidad de contar con más Técnicos superiores Universitarios cuya preparación esté enfocada en formar Consejeros, pero también educadores que puedan generar estrategias específicas para la prevención de conductas antisociales, con lo cual se está contribuyendo entre otras cosas con la contención y disminución a mediano plazo de los índices delincuenciales que frenan loa esfuerzos de cualquier sociedad que quiere superarse.
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