Mucho se ha escuchado hablar acerca de la prevención social del delito y de la prevención del delito, entendiéndose la primera como todo el conjunto de acciones encaminadas a modificar los aspectos sociales, económicos, urbanos y culturales que pudieran en un momento dado, generar contextos de violencia y desintegración social; por su parte, la segunda tiene un fin cronológico más inmediato al delito, basado en el incremento de penas, y mayor capacidad operativa y de respuesta policial.
Esto quiere decir que cuando agregamos el factor “social” a la prevención, nos referimos a una intervención más temprana que se remonta a las causas que conllevan a los individuos a cometer actos delictivos, como pudiera ser la falta de empleo, la falta de acceso a servicios de salud, de alumbrado y limpia pública, la existencia de entornos inseguros en los que prevalezcan el maltrato familiar y el consumo de drogas, entre otras.
Sin embargo, para entender más a detalle el origen de las “causas para cometer un delito” a las que nos referimos líneas arriba, es necesario entender también cuáles son las Conductas Antisociales que se manifiestan en ciertos grupos de población, como lo son los jóvenes, ya que estas son consideradas por los especialistas en el tema, como la “antesala en la comisión de delitos”. Dicho de otra manera, si queremos realmente prevenir delitos, uno de los “lugares” donde debemos iniciar la prevención es en el lugar en donde se inicia el desarrollo de las conductas Antisociales y este es en el hogar.
Con base en lo anterior, se proponen estrategias específicas, como la recuperación de espacios, la creación de centros especializados en el tratamiento de adicciones, la generación de proyectos productivos con la finalidad de crear microempresas y de esta manera fomentar el auto empleo, etc.
A todo lo anterior hay que agregar estrategias que tengan que ver con la educación y capacitación de los padres de familia para que puedan intervenir y tomar acciones que lleven a prevenir el desarrollo de Conductas Antisociales en los hijos. Es ahí justamente donde estaremos haciendo una verdadera prevención del delito.
