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Saqueos, otra consecuencia del Coronavirus

Por Arturo Conde Pérez
Director General de la Universidad del Conde

Varias cosas suceden en torno a una contingencia como la que estamos viviendo actualmente a causa de la pandemia provocada por el Covid-19. Mucho se ha hablado sobre la naturaleza y alcances del Coronavirus, en temas de salud, política y sociedad; sin embargo, en nuestro país preocupa también el tema de los saqueos a supermercados que grupos de delincuentes han venido perpetuando en los últimos días.

Desde un punto de vista legal, La ley considera robo a negocio por saqueo cuando “es perpetrado por cuatro o más personas, que irrumpen y se apoderan por la fuerza de objetos de mayor valor”, acorde al Artículo 371 del Código Penal Federal; entonces no existe la menor duda de que estamos hablando de un delito perpetuado por delincuentes y para nada se trata de ciudadanos en situación crítica y desesperados por llevar el sustento a su hogar. Es importante que no perdamos de vista eso.

En estos momentos tan complicados que todos estamos viviendo, hay miles de familias preocupadas porque el sustento diario lo obtienen de su trabajo, que generalmente es inestable y sin ninguna garantía, derivado de que lo hacen de manera autosuficiente y en miles de casos lo realizan prácticamente en las calles y a merced de quienes por ellas transitan. Por lo cual su situación actual es crítica, ante la cuarentena que ha ordenado nuestro gobierno para enfrentar la exponencial cadena de contagios que ha mostrado tener el Coronavirus entre la población; sin embargo, hasta el día de hoy está comprobado que quienes se han organizado para cometer saqueos, son gente con antecedentes penales que están aprovechando el tema de la pandemia y lo que esta implica, para “disfrazarse de ciudadanos desesperados” y delinquir de la manera más vil y burda.

Saqueos, otra consecuencia más del Coronavirus TSU en Consejería

A través de noticieros nos hemos enterado que lo que más roban estos individuos son artículos electrónicos, electrodomésticos, joyas, ropa, cigarros, alcohol y hasta motocicletas, entre otras cosas. Todo esto para generar la venta posterior de dichos productos. En ningún caso reportado hasta hoy han robado alimentos o víveres.

Aquí hay varios puntos de análisis, pero uno sencillo y lógico está sustentado en las “reglas de mercado”, en donde se dice que para que exista la oferta, necesariamente hay una demanda y en el caso de los productos robados que generalmente se ofrecen a un menor precio que en los lugares en donde se substrajeron, participa la población en general que acude a ciertos sitios a adquirir estos productos. Es Justo en ese momento en que como sociedad, todos los que intervienen en esta “cadena comercial ilegal”, están cometiendo un delito.

Otro ángulo de análisis más complejo tiene que ver con la aplicación de la ley al momento de procesar a estos delincuentes. Sin entrar en detalles legales, ya que esto sería motivo de otro artículo a fondo, lo que hemos podido ver es que generalmente y para desgracia de todos, muchos de los detenidos no cumplen los requisitos legales para integrarles una carpeta de investigación, por lo que no son procesados.

Esto manda un mensaje que en estos momentos puede llegar a ser muy delicado, ya que al día de hoy, a pesar de las declaraciones de las autoridades sanitarias de nuestros país, se puede esperar que el periodo de cuarentena pueda alargarse, acorde a la evolución de casos a lo largo de nuestro país. Por lo que en realidad la gente más vulnerable, ante una situación desesperante, puede interpretar que efectivamente existe cierto grado de impunidad en un delito “tumultuario” como lo es el saquear una tienda y que esto pudiera ser una opción viable, con lo cual se generarían otro tipo de situaciones que ya hemos visto en otros países ante casos que quizás no sean similares al de una pandemia, pero al final involucran a grupos de ciudadanos desesperados. Claro que estos casos hipotéticos a los que hacemos referencia no serían una realidad si el gobierno apoya de manera adecuada y suficiente a la población que más lo necesita, durante todo el tiempo que dure esta contingencia sanitaria. Esto implica acciones concretas pero contundentes que quizás a estas alturas ya se tendrían que estar implementando, precisamente para evitar a futuro acciones como los saqueos por desesperación.

Muchos expertos en diferentes áreas hablan de que el problema social y económico que se viene después de que la contingencia, es realmente el tema a considerar. Como siempre el tiempo dirá.

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