Se les denomina trastornos de la personalidad a un grupo de afecciones mentales, mediante las cuales una persona tiene por largo tiempo un patrón de comportamientos, emociones y pensamientos que están fuera de los parámetros considerados “normales o comunes” en su entorno.

Estos comportamientos interfieren con la capacidad de la persona para desempeñarse en las relaciones interpersonales, el trabajo y otros contextos.

En cuanto a las causas de los trastornos de personalidad, estas se desconocen. No obstante, se sabe que existen algunos factores genéticos y ambientales que están relacionados con su desarrollo.

Los profesionales en salud mental clasifican estos trastornos en los siguientes tipos:

• Personalidad antisocial
• Personalidad por evitación
• Límite de la personalidad
• Personalidad dependiente
• Histriónico de la personalidad
• Narcisista de la personalidad
• Personalidad obsesivo-compulsiva
• Trastorno de la personalidad paranoica
• Ésquizoide de la personalidad
• Personalidad esquizotípica

Transtornos y adicciones

Ahora bien, en cuanto a las personas que presentan algún tipo de adicción, existen ciertos trastornos de personalidad más frecuentes en ellos. Por ejemplo, en el caso de los  adictos a opiáceos,  son el trastorno de personalidad antisocial, el límite, y el paranoide los que suelen acompañarlos.

Aun en el caso de que un adicto se mantenga en abstinencia, se sabe que  aún así existe un alto porcentaje de pacientes con trastorno de personalidad, como el histriónico,  Esquizoide, Paranoide y otros trastornos específicos.

Se sabe de manera empírica que existe una relación entre patrones de personalidad, consumo de drogas y la comisión de ciertos delitos. Según datos consignados en algunos estudios, la mitad de los pacientes que usan drogas, llegan con un trastorno de la personalidad por diagnosticarse, acercándose a un 46% para los alcohólicos y hasta un 68% para los dependientes a opiáceos.

El tratamiento se enfoca básicamente en la psicoterapia, pero en ocasiones se pueden agregar medicamentos. En algunos casos  también se recomienda la hospitalización para proteger la integridad del paciente.